Mi hermano y cuñada, se acercaron a psar un fin de semana a Mordor (Madrid), querían subir a la nieve, pues en Huelva, esta escasea un poco...
Las predicciones alertaban de vientos muy fuertes, en especial en la zona de la sierra, donde se esperaban rachas superiores a los 100 km/h...algo que los expertos llamaban "ciclogénesis explosiva" Si no recuerdo mal, llegamos a Cotos al atardecer, y poco a poco la fuerza del viento se iba incrementando. Nuestra idea era acercarnos a la laguna de Peñalara, desde la zona del refugio Zabala. Nada más comenzar a caminar, atravesamos rápidamente la zona más peligrosa, que no era la otra que la del bosque de pinos silvestres, los cuales eran zarandeados por el viento, como si de simple hierba se tratara.
Al llegar a una zona despoblada de vegetación arborea, el riesgo de que nos cayera encima una rama bajó, pero no así el ímpetu del viento, que en más de una ocasión, nos llevó al suelo bruscamente. Mantenerse en pie era una labor titánica sin duda, lo que unido al caminar con raquetas por la nieve, hacia aún más penoso nuestro avance.
Finalmente tras una caminata, llegamos al coche de una pieza, y con una sonrrisa de oreja a oreja en la cara de Esther y David.
Esther.
Esther y ... "La Momia"
David.
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