Lupe tras el porteo obligado del aforo.
Hacía ya tiempo que quería montar este video, pero estaba a la espera de las fotos que nos hicieron los de la empresa (Aguas Blancas) con los que contratamos el raft. Tanto para Lupe, como para mi, era nuestra primera vez en raft y la verdad es que es una experiencia totalmente diferente al kayak.
Nos desplazamos hasta el pirineo oscense, aprovechando que mis amigos quería hacer algunos descensos por la zona, contratamos la bajada para la tarde, por lo que pude entrar con ellos durante la mañana, y bajarme el mismo tramo en kayak previamente, aunque salí sin comer y sin tiempo para cambiarme, el raft me esperaba...
El tramo de Torla-Broto del río Ara, es el rafting comercial de mayor dificultad en España, pues sus pasos rondan el grado IV y V, sin dejar de olvidar las fluctuaciones en función del caudal.
Secuencia de "El Puño" (por la hucha, V).
Para empezar, cuando nuestro guía Nacho se entera que tenía dos kayakistas en su raft, lo primero que hizo fue poner una cara de ¡¡¡Ufffff la que me ha tocao...!!! y lo segundo fue decirnos ¡¡NO SE OS OCURRA PENSAR!! ...jejeje.
En el Raft, el único que gobierna la embarcación es el guía, y el resto de la tripulación somos meras máquinas de paleo a las ordenes de nuestro guía...la coordinación debe de ser total, para que el raft siga la linea marcada por el guia...de ahí el problema de llevar dos piraguistas de aguas bravas en la tripulación, pues en algún momento, puede que actuáramos instintivamente, y eso puede ser malo para el raft.
Tras el Puño.
Mis impresiones...pues el ratf es muy diferente, vas más alto, por lo que visionas el río con mayor facilidad y con otra perspectiva muy diferente, ahora a mi la rigidez del barco me machacó las lumbares, en el kayak vas acompasado a las olas y tu libertad de movimiento total, mientras que en el raft no.
Los kayaks son como deportivos, y el raft es un autobus.
No obstante, fue una experiencia muy divertida, y emocionante para mi chica, amén de disfrutar de un entorno precioso.
