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martes, 9 de agosto de 2011
Varando los pesqueros en la ría de Punta.
David junto al muelle de la canoa.
Pesquero fondeado.
En esta ocasión salimos por la mañana, para evitar el fuerte viento que todas las tardes nos viene acompañando.
Salimos de la ría en dirección al mar, con la idea de navegar hacia el espigón Juan Carlos I, pero por un motivo inesperado, nuestra salida se acortó.
Navegábamos sin problemas en nuestros kayaks, junto al canal de navegación de la ría, la marea estaba subiendo hacia ya algún tiempo, por lo que llevábamos la corriente en contra, mientras tanto, los pesqueros iban entrando uno tras otro en la ría a descargar. Mirando a mi derecha, me pareció ver algo extraño...efectivamente uno de los pesqueros, se encontraba escorado...¡Había encallado en el fondo arenoso!
La tonalidad más marrón del agua delata la arena cercana...
Rápidamente nos fijamos que el canal de navegación a la entrada de la ría estaba mal dispuesto, pues las boyas de demarcación, les dirigían hacia una trampa. O se habían movido las boyas, o se había acumulado la arena, en todo caso el dragado resultó insuficiente para estos días de alto coeficiente.
David próximo a la zona de los varamientos.
Inmediatamente el resto de los barcos que le seguían, viraron para dejar la boya roja a su derecha. Mientras el patrón del barco trataba de dar marcha atrás, para sacar la embarcación de la arena sin ningún éxito. Finalmente al cabo de un buen rato y aprovechando las olas del resto de pesqueros, el barco consiguió salir.
Los pesqueros entrando a la ría.
En ese momento mi hermano se acercó a la zona, y comprobó que su pala apenas se llegaba a hundir medio metro en el agua. Era cuestión de tiempo que la situación se repitiera...y la espera nos dió la razón hasta dos barcos más encallaron en el tiempo que estuvimos observando, tardando alguno más de 30 minutos en salir.
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