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miércoles, 21 de septiembre de 2011
Caños y Marismas del Odiel.
En esta ocasión, nuestra ruta discurre por las marismas del Odiel, debido al fuerte viento, esta era la opción más aconsejada. Navegar por las marismas, nos dará cierta protección frente al fuerte oleaje, lo que no significa que estuviera plato, o que no tuvieramos que palear contra el viento. Como ya dije en otra ocasión, navegar por una marismas, requiere conocer los horarios de las mareas, pues corremos el riesgo de quedarnos enfangados, en caso de querer apurar la bajamar.
(Lupe junto a un observatorio de aves)
Por ello, partiendo de Punta Umbría, lo más recomendable es salir una hora o dos antes del final de la pleamar, para que de ese modo la corriente nos ayude, además de este modo, la gran mayoría de los caños serán navegables. Y a la vuelta en bajamar, la corriente nos volverá a ser favorable.
(Entre los caños)
Eso si, al ser la marisma una zona donde los caños forman una maraña de pasillos, a modo de laberinto, y al no existir claras referencias, deberemos de poner todos nuestros sentidos en tratar de memorizar el mínimo detalle, para facilitar nuestro regreso por el mismo camino, pues de otro modo corremos el riesgo de perdernos entre la infinidad de canales, y hay que tener en cuenta que la marea juega en nuestra contra, así como las horas de luz. Tratar de desplazarnos por el fango es casi imposible, y las conchas de los bibalvos de la zona, cortan la piel como navajas, cosa de la que puedo dar fe.
A cambio, disfrutaremos de la presencia de numerosas aves acuáticas, entre las cuales predominan las cigueñas y flamencos, garzas reales, y garzas blancas, correlimos, vuelvepiedras,etc, etc...
¿Cuantos kilómetros? ¿Cuanto tiempo?...a mi modo de ver, los km no son lo importante, uno puede deleitarse en apenas dos paladas y quedarse contemplando durante horas los cambios de tonalidad de el Sol, o el reflejo de el cielo sobre la superficie del agua. Pero para aquellos que les guste palear y palear, les faltará tiempo para recorrer todas las posibilidades que la marisma nos ofrece.
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Las marismas, esas grandes desconocidas por la mayoría, bien merecen un paseo para disfrutarlas, e incluso para relajarse en ellas. En algunos sitios hacen en ellas kayakterapia.
ResponderEliminar¡¡ Y ojo Félix, que las marismas son el hogar de los mosquitos...!!
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