Sara con su Isma, Sandra con su Papi Luis, la Sofi consigo misma, y uno que escribe, nos fuimos a escalar un dia soleado de finales del invierno, el lugar las placas del Halcón, vías facilitas, que había novatos...¡lástima que me quede sin bateria...jajaja!
Hay que comentar, que la escalada en la Pedriza, por norma general, difiere de la escalada en cualquier otra zona penínsular, y del concepto tradicional de escalada. Por un lado el granito, no presenta abundacia de grandes agarres, sino que más bién nos encontramos placas totalmente lisas, con micropresas, de las cuales poder superarnos, prima por tanto una escalada llamada de "adherencia" en la cual el "tacto" es fundamental, pues no tenemos la seguridad que nos da un buén agarre. Es por tanto una escalada muy psicológica, por el miedo a la caida, situación que se agrava, pues los seguros suelen estar bastante espaciados.
En las fotos estamos Luisito y yo en la zona de la Tortuga, en la Pedriza, lo importante no es que grado de dificultad, sino el entorno donde escalamos. No es un mero ejercicio gimnástico,o acrobático sino una vivencia, que va más allá de lo físico, donde la percepción de nuestros sentidos se magnifica en el marco paisajístico que nos rodea.
Luisito en la aproximación.
En la escalada de placas, la adherencia de los "pies de gato" es clave.
En las fisuras, nos ayudamos de empotramientos del cuerpo.
Aquí vemos las evoluciones de Luis.
Saludando al cámara.
¡Pápa, estate quieto, o se lo digo a Maica!
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