Hay veces que cuando uno sale a navegar se le encoge el corazón de tristeza, y está es una de esas ocasiones. Según navegaba este pasado sábado cercano a la costa, por la playa del Arenosillo, vi una silueta en la arena, que me hizó sospechar lo que más tarde mis ojos contemplarían, un ejemplar de delfin en un avanzado estado de descomposición. Querría pensar que la causa de su muerte fuera natural, pero el cabo que encontré rodeando su cuerpo, da que pensar...
Mediría unos 3,5 mts, y en su cuerpo no había señales aparentes de un traumatismo fuerte, o haber sufrido un ataque por parte de algún otro animal, las llagas que mostraba su piel, debían de ser debidas a su estado de descomposición unidas a la acción de los carroñeros.
Una verdadera pena encontrarnos a estos magníficos animales sin vida. Cuando verlos en acción en su medio, nos llena de júbilo y hace renacer en nosotros la ilusión de un niño.
Cuidemos nuestros mares y costas!
Jorge, al verte en el vídeo remirando al delfín, me he acordado del aventurero Bear Grylls, como diciéndose ¿a ver por dónde le voy a entrar?, sólo te faltaba la navaja en mano :)
ResponderEliminarEl caso es que andaba mirando signos de su posible muerte...pero salvo el maldito cabo, no vi nada...
ResponderEliminar