Surf Zone: (Embarques y desembarques II )

Carmen preparándose para entrar al agua. (Lekeitio)

Bueno, ahora que más o menos tenemos una ligera idea de como debemos de comportarnos ante la presencia de otros usuarios en la rompiente, vamos al grano.

Estoy seguro de que me voy a dejar infinidad de matices en el tintero, pero tampoco pretendo escribir una enciclopedía...solo dar algunos consejos que en mi humilde opinión pueden seros útiles.

Hay muchísimo más que decir y aprender, por lo que os animo a que os asesoreis por un profesional.

(En deportes como el ski, es algo muy habitual, pero en el kayak solemos ser autodidactas o tirar de conocidos, no está de más de vez en cuando invertir dinero en nuestra formación, máxime cuando nuestra seguridad está en juego)

El estudio previo de nuestra zona:


Varios son los peligros que podemos encontrarnos cuando realizamos un desembarco, o simplemente nos dedicamos a surfear por gusto...

Por un lado tenemos los impactos que podemos recibir al chocar contra la masa de agua, el fondo, rocas superficiales u otros objetos, troncos a la deriva, otros kayaks, etc...

Otro elemento a tener en cuenta, son las corrientes, pueden ser positivas si sabemos leerlas y aprovecharnos de ellas, o pueden ser un peligro si desconocemos su situación, y como comportarnos dentro de ella.

Presencia de rocas en bajamar . ¡¡Ojo!!

Inspección previa de la playa:

A ser posible, si tenemos tiempo, deberíamos  de tomarnos nuestro tiempo y observar detenidamente la playa donde tenemos pensado surfear o desembarcar.
 Siempre y cuando podamos, es interesante acercarnos a la misma en marea baja, de  modo que podamos ver perfectamente el perfil de la misma, la  zona de presencia de corrientes y las rocas u otros obstáculos que queden sumergidos en los diferentes momentos de la pleamar.

En playas donde la marea no tenga apenas influencia (mediterraneo), esta observación sigue siendo necesaria.

 Podemos buscar una carta nautica de la zona aunque solo nos dará una idea muy general del tipo de fondo y profundidad de la zona, pues posiblemente las rocas que pueden ser un peligro para nosotros, no aparezcan, al ser una zona poco habitual de navegación.

En todo caso no es mala idea, si es posible buscar una zona elevada y observar la playa, en especial si el sol esta en lo alto, y la mar en calma, pues de este modo tendremos una buena visión de la misma...
 Las rocas u obstáculos, pueden ser visibles como manchas bajo el agua. De cualquier modo, la presencia de  una roca, o una elevación del fondo, puede sernos  revelada por la presencia de una pequeña ola, o alteración en la superficie.

Rocas en bajamar en Bañugues, inapreciables en pleamar.

La zona donde vemos formarse la ola, el fondo se eleva. Si posteriormente la ola vuelve a desaparecer nos indica una zona de mayor profundidad, por lo que en ese punto hay un banco de arena, roca u otro tipo de obstáculo.

Debemos de intentar localizar las zonas con obstáculos, para evitarlos cuando no sean visbles. Para ello es importante tomar referencias en el terreno mediante enfilaciones.


La presencia de lagunas en bajamar, nos indica una zona de mayor profundidad respecto al resto de la playa, y por tanto una alteración en el oleaje, que puede ser desde una zona donde la ola pierde tamaño y fuerza, hasta que llegue a desaparecer.



- Gradiente de la playa: (inclinación)  si nos encontramos con una playa donde la profundidad decrece poso a poco, lo normal es que las olas rompan poco a poco y con suavidad, en cambio una playa donde encontremos un gran escalón en la arena, nos estará señalando una zona donde las olas rompen de forma brusca y violenta.

En la orilla podemos apreciar un escalón, lo que significa que cuando la marea esté más alta, las olas romperán allí con brusquedad.                                                                                                                                                                       

La zona de rompiente varíará a lo largo de la marea.

Otra observación que podemos hacer en marea baja es la búsqueda de indicios que denoten corrientes o canales de retorna.
 debemos tener en cuenta, que todo el agua que entra en una playa por el oleaje, debe de salir por algún lado.
Esto forma unos canales que podemos apreciar en la bajamar, y si estamos observando la superficie del agua, observaremos una alteración en la superficie, denotándose un encrespamiento superficial en contraposición al resto del agua que presenta una superficie más uniforme. Además podemos identificarlas, porque las olas no suelen romper en estas zonas, o en caso afirmativo, lo hacen con menor frecuencia e intensidad.

Aquí podemos apreciar un canal lateral que denota corriente lateral, pequeños monticulos, donde las olas rompen y pequeños canales perpendiculares de evacuación del agua que entra con el oleaje.                  
                                    

Canales paralelos a la linea de costa, denotan corrientes laterales.

En playas pequeñas y con presencia de acantilados, podemos encontrar estos canales de retorna, en los extremos de la playa, junto a las rocas.
El agua penetra en la playa por el centro, donde el oleaje la empuja, y es evacuada por los laterales.
 Por tanto estos canales son como cintas transportadoras, que nos van a facilitar la entrada en el  agua, aún así hay que estar atento, pues en ocasiones podemos encontrarnos alguna ola.
 En caso de querer abandonar dicho canal, debemos hacerlo en diagonal o perpendiculares a la corriente, pero no tratar de ir nunca contra la misma, pues lo único que conseguiremos es agotarnos y desesperarnos. (Ya he visto en más de una ocasión a surfistas que una vez en el agua, el tamaño del oleaje les impone respeto y tratan infructuosamente de remar contra la corriente, hay que salir hacia la zona de oleaje, y que las olas nos devuelvan a la playa)

Las olas entran por el centro, y el desagüe se produce por los laterlaes.

En playas de mayor tamaño, el agua necesita buscar su salida, y lo hace en diversos puntos a lo largo de la misma, sin que exista presencia de rocas o acantilados. Como ya os comenté podemos identificar dichas zonas porque las olas apenas romperán, o lo harán con menos fuerzas, y por las irregularidades en superficie, a modo de pequeños encrespamientos (debido al choque entre la corriente de agua entrante y la saliente).

Presencia de objetos en la superficie del agua.

Este es otro de los grandes peligros cuando nos encontramos en una rompiente, pues si bien estamos hartos de encontrarnos objetos flotando en el mar,  tales como puedan ser ramas, troncos, bidones, cajas, bolsas, y un largo etc... en la rompiente estos objetos constituyen un grave peligro, pues pueden ser arrojados por el oleaje contra nosotros.

Por ello, hay que realizar una inspección previa de la zona, y tener mayor cuidado si estamos cercanos a la desembocadura de algún rio, en especial tras una época de crecida de sus aguas por lluvias, pues arrastrará gran número de restos.

Troncos flotando tras fuertes lluvias.