Nada más embarcar, a las pocas paladas se produce la primera picada...pensando que era algo gordo simplemente fueron dos caballas, a las que la resistencia del oleaje y el mal estado del carrete hizo que me imaginara otro monstruo marino. Posteriormente intenté acercarme hacia los acantilados que flanquean la concha por su lado Este, donde el oleaje batia con fuerza, pero me fue imposible, pues estaba plagado de palangres...de hecho el señuelo se enganchó en uno y por unos instantes me hizo pensar que esta vez si que había capturado un monstruo..."mosqueo que me pille" pero por suerte pude recuperar todo el aparejo, aunque no sin dificultades por el oleaje de la zona.
Tras esto, tome dirección Oeste, hacia Oleiros, recorriendo primeramente toda la pared lateral de la ensenada, en dirección al islote Ratón. que separa ambas ensenadas, la de Artedo y la de Oleiros, una playa poco frecuentada por su acceso rodado más precario.
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Muy buena la rompiente esa jajajajajaj,
ResponderEliminarBonitas caballas y menudo el paraje ese con el kayak en medio, me encanta.
Un saludo y hasta otra.