
Las dunas fosilizadas, con la frondosa vegetación de pinares y cañizos, me acompañan en la travesía, tras pasar la zona militar del Asperillo, llego la Torre del Loro, una torre almenara la “Torre del Loro”, vigía ante ataques berberiscos señala una de las playas más acogedoras y tranquilas del litoral. Derruida sobre la misma línea de costa, guarda una curiosidad geográfica para los amantes de lo peculiar: en apenas veinte pasos, los que daría para rodear la torre, el avezado bañista pasará del término municipal de Palos de la Frontera, al de Moguer, de éste a Lucena del Puerto y de Lucena a Almonte.

Las playas de Castilla, paso obligado en el comercio con América y Europa del Norte, fueron visitadas y saqueadas por piratas venidos de las costas norteafricanas. Por este motivo, a finales del siglo XVI y a lo largo de la costa, se construyeron una serie de torres que se denominaron Torres de Almenara. La misión de estas torres era servir de refugio y vigía de las costas de Huelva.
Hoy en día a lo largo de las playas se pueden comtemplar numerosas torres de este tipo, como pueden se la de San Jacinto, Zalabar, Carbonera, del Asperillo, del Loro y quizás la más emblemática de todas en Matalascañas, la de la Higuera, en la cual está reflejado el paso del tiempo ya que no es más que la base derruida y volcada por la acción del Océano.
Sigo con mi travesía hasta las inmediaciones de el otro acceso a la playa "la cuesta Maneli" donde decido dar media vuelta para poner fin a mi travesia.

Bajada a la playa "Rompeculos"



Torre del Loro.

Proximidades de Cuesta Maneli.



Vista de la playa en dirección al Oeste.
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