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miércoles, 6 de julio de 2011

El Burguillo en k2.

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(La chopera junto al embarque)

Para ser el mes de junio, el embalse del Burguillo se encontraba realmente alto, de hecho apenas cabía más agua, pues con el k2 conseguimos navegar placenteramente por la cola del embalse hasta llegar a la presa rota. Desde dicha vieja presa, perteneciente a la antigua fábrica de luz, hasta nuestro punto de embarque proximo al albergue de Navaluenga, normalmente suele ser un tramo de aguas bravas del río Alberche.

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(vista hacia el centro del pantano)

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(vista hacia la cola)


Embarcamos en una chopera inundada, y en nuestro camino, fuimos atravesando pinares, encinares y enebrales. En un recoveco del embalse, nos encontramos un chorro que caía sobre una losa de granito totalmente tapizada por el musgo, aunque en esta época del año apenas si caia agua, en temporada de lluvias debe de formarse una preciosa cascada.

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Ya de vuelta, paramos a comer en una pradera, y de paso probar una hamaca...

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(La pradera de descanso)
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2 comentarios:

  1. Me encanta.

    Para los que no aprecian los embalses, les invitaría a ver tus vídeos de embalses. El mar es el mar, pero a continuación hay que añadir que los embalses son los embalses. Y para los que no dominamos mucho y nuestra técnica es escasa y la fuerza ya no es mucha los embalses son una gozada. Y esos rincones perdidos a los que no pueden acceder sino un jabalí o un ciervo con la quietud de sus aguas y el silencio que envuelve el canto de los pájaros... y para verlo una buena música celta o una clásica como las que estás poniendo últimamente.

    Gracias por compartirlo.

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  2. Patronio, eres la poesía sobre las aguas. Tienes toda la razón, hay embalses que escondes rincones para dejarse los sentidos.

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