Otra jornada navideña por tierras onubenses, madrugando para poder disfrutar de los amaneceres, la temperatura por estas fechas, no deja de ser agradable. Sobre todo a medio día.
La jornada no deparó grandes capturas, alguna lacha y caballitas de pequeño porte que fueron devueltas al agua, y en algún caso ellas solitas me ahorraron el esfuerzo de desanzuelarlas.
¡¡Pero salió el Sol!! (Playa del Manto frente a la ría de Punta Umbría).
Lo mejor del día como os digo, poder salir a navegar a mar abierto, y disfrutar de la luminosidad de esta tierra.
Tras llegar el día anterior a Punta Umbría a pasar unos días con la familia, nada más levantarme, cojo el kayak del garaje y caminando hacia la ría para embarcar. ¡Qué gozada esto de tener el mar junto a casa! Emocionado por dos motivos, el primero por poder volver a mojarme en agua salada, y el segundo por volver a navegar con mi kayak, mi Qajaq Aqua es bello y cómodo, aunque este si que tiene una gran inestabilidad para pescar en determinadas condiciones, pero me apetecía volver a disfrutar del mismo. Lo recordab más inestable, pero quizás estos meses de vuelta al entreno con los K1 de pista, me haga perder las referencias...
La temperatura es estupenda pese a mi salida tempranera. Entro al agua y enfilo la salida de la ría. El nacimiento del nuevo día me va acompañando, me dirijo hacia la margen más al E de la ría, y próximo a la playa del Manto, obtengo una primera picada...la pieza ofrece resistencia, por lo que imagino que puede ser una baila de porte o un róbalo medianito, pero nada más verla asomar, descubro que es una lacha o sábalo. Se trata de un pez que frecuenta mucho las rías, y cuya carne no es muy apreciada por aquí por la gran cantidad de espinas que posee. Me dio más guerra para desanzuelarla de lo esperado, y con mucho cuidado para no engancharme con la metralleta que llevaba puesta.
El mar está espectacular, calma absoluta y ausencia de viento alguno, enfilo hacia mar adentro, y tras pasar la boya de aguas navegables, obtengo una nueva picada, que en esta ocasión se trataba de un par de caballitas, que se fueron por donde vinieron...hasta que crezcan!
Intento adentrarme algo más, pero el gran número de redes colocadas por la zona, me iba a obligar a realizar un esfuerzo de atención para no perder los señuelos, así que decido mantenerme a 2 millas de la costa, y poner rumbo hacia el espigón Juan Carlos I.
Lacha
A la altura del emisario submarino de la refinería, veo una pajarera de gaviotas y bajo estas un grupo de unos 8 delfines mulares que siguen un rumbo paralelo al mio.
Lo primero que hago es recoger el aparejo para evitar molestias. Al poco la curiosidad de estos animales, les hace acercarse a mi. Resulta muy dificil conseguir grabarles en condiciones por la turbidez de estas aguas y tener el sol frente a mi, pero alguna toma consigo sacar. Pasan bajo el casco de mi kayak, y gracias a la tranquilidad del día, puedo escuchar perfectamente sus silbidos cuando pasan bajo mi. Resulta impresionante ver a estos animales en su medio, algunos de ellos de gran tamaño, no menos espectaculares, son las gaviotas que les acompañan y que se zambullen en busca de los peces que van levantando.
Durante varios minutos navegamos paralelos, viendo sus acrobacias, uno desearía no volver a tierra, pero se hace tarde y decido dar media vuelta y regresar.
A la vuelta, me acuerdo de mi amigo Carlos Izquierdo, un magnifico kayakista y aficionado a la ornitología, pues la gran riqueza de las marismas del Odiel en aves acuáticas es enorme...
Con este encuentro, me doy por satisfecho para el resto de las navidades, aunque no pesque...
Último día del puente de diciembre. Hoya las previsiones dan una tregua en el cantábrico y la previsión marca olas de 1´8 mts. Decido probar fortuna y me dirijo a Llumeres.
Perfecto, la entrada a la playa está tranquila, y solo rompen pequeñas olas orilleras, pero eso si, la temperatura exterior es de 2ºC...
Bonito (Xarda Xarda)
Salgo del coche y la mezcla de humedad y frío se hace de notar, un frio helador, pero tengo que aprovechar mi último día en Asturias. Cuando finalmente consigo tenerlo todo preparado, mis manos están totalmente heladas. Me meto en el agua, y el contraste es tremendo, el calor relativo del agua pronto me hace recobrar la sensibilidad. Comienzo a palear hacia cabo Peñas, cuando consigo mi primera captura...¡¡Mi cubrebañeras!! Los triples del rapala se han enganchado a mi cubre, y no hay forma humana de soltarlos, por lo inaccesible desde mi posición de paleo, por lo que debo dar media vuelta y poner pie a tierra.
Cabo Peñas e isla Erbosa.
Islotes Merendálvarez.
Ya por fin de nuevo en el agua, el día es espectacular, el sol comienza a asomar y la claridad del día es increíble, con una visibilidad perfecta.
Paso junto al islote de Castro, y nada más dejarlo atrás tengo un buena picada. La lucha comienza, y en el video podreis ver lo dífícil que en determinadas ocasiones resulta pelear las piezas, en esta ocasión, el oleaje en la zona y la orientación del kayak, hizo que en ocasiones tuviera que sujetar la caña con una mano, y la pala con otra para tratar de mantener el equilibrio. Sin duda pescar con un kayak abierto es mucho más cómodo, y para muestra este botón.
El serrucho daría un peso de 2,6 kg, y tras su captura, proseguí hacia cabo Peñas, donde la luz del día lo hacia más hermoso que de costumbre. El oleaje batía contra los islotes, y a mi paso cerca de estos, tuve otra buena picada, pero para poder pelear la pieza tuve que alejarme de la zona para evitar en parte el molesto oleaje, aunque en esta ocasión cuando tenía la pieza al alcance de la mano, en una arrancada se restregó contra la popa del kayak logrando zafarse, y dejando los un par de triples abiertos.
Llumeres.
2,6 kg
Por cierto en esta ocasión, estrenaba un original de rapala color S de 11 cm, un señuelo que en este día me dio un buen resultado, su único pero son los triples, demasiado pequeños para piezas de calibre.
Ahora que ya estamos entrando en la temporada invernal, y el frio comienza a hacer acto de presencia, una de las zonas más desprotegidas de nuestro cuerpo frente a los elementos son las manos.
Según la latitud a la que nos encontremos, en invierno no es raro palear con temperaturas por debajo de los 10ªC , además, si el viento hace acto de presencia, nuestras manos pueden sufrir más de lo habitual.
Está claro que una de las opciones más habituales es el empleo de guantes, pero de un simple vistazo, voy a tratar de relataros mis experiencias con diferentes soluciones Por supuesto, cada uno en base a sus experiencias, puede tener una opinión diferente, os animo a compartirla con todos, será bienvenida. .
Josemi en Riaño.
Cualquier protección que empleemos con nuestras manos, será de agradecer, pero cuando el frío irrumpe con fuerza, debemos de buscar materiales que nos aislen del contacto con el agua.
Guantes: en invierno, un guante de piel va a ser demasiado frio, es por ello, que en caso de utilizar esta opción, parte de los mismos sea de neopreno. Lo ideal es que no sean demasiado gruesos, 1,5 mm como tope. Los guantes de submarisnismo de unos 3 mm, no son la solución más adecuada por diversos motivos:
1) Su grosor los hace incómodos a la hora de manipular objetos.( cámaras de fotos, aparejos de pesca....)
2) Además perdemos mucho "tacto" con la pértiga de la pala, lo que nos puede dar algún susto:errores técnicos.
3) El agarre resulta más fatigoso para la musculatura.
4) El neopreno puede ser demasiado caluroso y acabar con las manos empapadas y húmedas por nuestro propio sudor.
5) Las manos siempre están húmedas.
6) Un guante exclusivo de neopreno, resulta resbaladizo, la palma debe de tener o goma, o piel para dar mayor firmeza a nuestro agarre.
Da gusto levantarnos y encontrarnos así nuestra ropa antes de volver a ponernosla...
Hay otro tipo de guantes, de composición mixta, de neopreno con refuerzos en piel y un espesor máximo de 1,5 mm. Estos son una mejor opción, aunque los problemas serán los mismos que vimos anteriormente, aunque en menor grado.
Ventajas de los guantes:
1) Protección integral de toda la manos frente a golpes, roces, anzuelos, espinas venenosas...
2) En caso de caernos al agua, nuestras manos continuaran protegidas.
3) Si tenemos que utilizar cabos de rescate, los guantes nos proporcionan protección y mayor capacidad de desarrollar fuerza, que la piel húmeda desnuda.
En el mercado, podemos encontrar otra opción eficaz para proteger las manos: las manoplas.
Casi todos los fabricantes,las incluyen en sus catálogos. estas pueden estar elaboradas con diferentes materiales: nylon, nylon +polar, neopreno...
A diferencia de los guantes, la manopla se une a la pértiga de nuestra pala, por un cierre de velcro y luego nosotros introducimos nuestra mano a través de ella para asir la pértiga. La manopla es la elección si o si de aquellos que van solo a palear (entrenamientos de pista, paleo continuo en mar, embalses...)
Ventajas:
1) La mano desnuda contacta con la pala, por el tacto con la pértiga es total, lo que repercute en un mayor control sobre la pala.
2) Menor fatiga a la hora de sujetarla, pues la musculatura no tiene que realizar el trabajo extra necesario para doblar el guante.
3) Sacando la mano, tenemos libertad total para manipular objetos.
4) La mano permanece más seca, y confortable, pues la cámara de aire que forma la manopla nos aisla mejor de la humedad y el frio. Además en caso de mojarnos las manos, pueden llegar a secarse rápidamente.
5) Una manopla de colores llamativos, como la de la foto, es un importante elemento de visibilidad.
Manopla de nylon-polar. Cierre de velcro, de color azul el interior de fibra polar.
Desventajas:
1) Al principio se tiene una sensación un poco claustrofóbica, y la falsa creencia de que no podremos soltarnos con facilidad. (Esto no es cierto en la mayoría de modelos.
2) En caso de irnos al agua, nuestras manos estarán desnudas,
3) A la hora de embarcar y desembarcar, las manos estarán expuestas a roces y golpes con rocas, etc.(salvo que usemos unos finos mitones por dentro de las mismas).
4) A la hora de variar el agarre sobre la pértiga, deberemos de tratar de deslizar la mano sobre la misma, por lo que la maniobra es más lenta que si no las lleváramos.
Las manoplas de neopreno, tiene la ventaja sobre las de nylon, que flotan, aunque suelen ser más pesadas, abultan más y tardan más en secar. Más cálidas
Las de nylon, son más livianas, menos voluminosas, secan antes, si se caen al agua SE HUNDEN, son menos cálidas, pero ello no implica menos confortables, en especial las que tienen tejido polar, resultando estas últimas bastante agradables.
Las manoplas las podemos encontrar de diversas longitudes, según el grado de protección que nos proporcionen. Pero unas manoplas cortas que lleguen a cubrir la muñeca, son más que suficientes.
Además si la boca de entrada de la mano es ancha, la tarea de ponerlas y quitarlas será más fácil.
Existen manoplas en el mercado con cierres tipo tanka en su boca para ajustarnoslas (Un engorro salvo en climas muy muy frios)
También encontraremos manoplas con el forro interior extraible, para usarlas días más cálidos.
No me enrollo más, os dejo un video chapucero que grabe y edité anoche a la 1 de la madrugada...
intentaré actualizar la entrada, en cuanto me venga la inspiración.
Por cierto, fabricarse unas manoplas es de lo más sencillo. Es posible que me anime a poneros algo. Mi amigo Javi, ha llegado a usar bolsas de congelados...
Pero yo creo que con tela de cortina de baño, vamos a tener unos resultados satisfactorios...
(Ya os pondré los patrones!!)
Guante manopla. El índice va separado de los otros 3 dedos.
Hay una opción intermedia, entre guantes y manoplas, que sin ser la solución ideal nos proporciona la protección casi total del guante en todo momento, combinado con un buen tacto.
Se trata de una manopla-guante, que deja la palama desnuda para poder contactar con la pala y no perder tacto.
Para los practicantes de pista que requieren un buen tacto, no es demasiado adecuada, pero para el kayak de mar, y las aguas bravas, me parecen muy correctas.
Uno de los pero que le veo, es que en caso de necesitar usar los dedos desnudos, se hace necesario ayudarnos de la otra mano para poder quitarnosla o ponerla.
Un saludo a todos y pasar estos días lo mejor posible...¡¡Y para mis amigos del norte, en especial Juanrra!!
Tapia de Casariego, localidad cercana ya a tierras gallegas, puerto de mar y conocido enclave para los surfistas de toda Europa.
Ya me hubiera gustado llevar el kayak, pero no puede ser así siempre. Al menos me conformé con poder dar un paseo junto al puerto y el faro de la isla , unidos a tierra por un muro de piedra.
Faro de la isla de Tapia.
Allí, en el extremo del dique se encontraban los pescadores dándole guerra a los calamares...de buena gana me hubiera ido al maletero del coche a coger mi caña y probar, pero no era la ocasión. Tuvimos suerte, y conforme llegamos al espigón, pudimos presenciar la captura de un ejemplar de porte. Hechizados nos quedamos por un momento con sus cambios de coloración...
La mar estaba entorno a los 2´5 mts y era bajamar. Es un destino apuntado para visitar con mi kayak...pero madrugando, porque aparcar por la zona próxima a la playa que hay junto al puerto, es complicado.
Puente de diciembre, como voy con la "jefa" y ando tocado del cuello, resistiendo la tentación, he pasado tanto el jueves como el viernes en seco...de todos modos la mar sigue revuelta, con lo cual la espera se hace más llevadera, pero...¡Ya no aguanto más! El sábado al agua si o si. Para ello, debo madrugar y estar de vuelta tempranito, así que como de costumbre madrugón, cargar el barco, y aunque las previsiones dan oleaje entorno a los 2´8 mts, esta vez no me dirijo hacia el Arbeyal y el amparo del Musel. Mis sentidos me piden cambiar de aires, y el cabo Peñas me llama en sueños...
Bajo la oscuridad me dirijo a Llumeres, a ver como pinta el embarque, pero al llegar allí, veo que en esta ocasión he errado en mi elección, puesto que las olas rompen en diferentes puntos, así que decido no complicarme y voy a lo fácil: al puerto de la localidad de Candás.
Toda la operación hace que me retrase unos 30 minutillos, por lo que ya no voy a conseguir entrar al agua a oscuras, aún así, como el día está nuboso la luz tamizada apenas ilumina la zona. Lo bueno de estas fechas y estas horas, es que aparcas sin problemas, y una vez en el puerto, descargo todo y me preparo. No hace demasiado frio para las fechas en las que estamos, aunque ¡Qué narices, está fresquito!
Mi segundo error del día: embarcar en la rampa más exterior, pues en la misma incluso con mar en calma, se produce un oleaje y un flujo reflujo, que me pillo de lleno según estaba sentándome, y me lijó el casco de mi kayak de fibra, así que me va a tocar dedicar un día a trabajar con el Gel Coat.
A la salida un asiduo de la zona me informó que mucho más seguro embarcar desde la rampa que hay al comienzo de la entrada al puerto. Allí no se forma oleaje, aunque debemos dejar el coche en doble fila para cargar y descargar.
Bueno, las previsiones no daban viento, pero si que soplaba si.
Nada más salir del puerto, me pongo a cacear en dirección hacia el W, en un principio utilizo un original de rapala color S de 11 cm. Contra las olas paso junto a la Punta de San Antonio en la cual tenemos una ermita en honor a dicho Santo, pero a mi no me bendijo, porque no obtuve picada alguna...continué navegando por la ensenada de Antromero, hasta llegar a "La Isla" por donde dí unas pasadas infructuosas, y tras esto decidí poner un deep husky jerk de cabeza roja, que me inspira mucha confianza, pero en esta ocasión fracasó estrepitosamente.
En las proximidades de la Isla y la playa de San pedro de Antromero, me pongo con calamar a fondo, pero nada de nada, el oleaje y el viento me desplazan continuamente, además apenas si hay fondo en esa zona, por lo que la presencia de mi kayak ya debe de imponer respeto a los peces, como para que encima se acerquen y coman...(En zonas más profundas, al no tener resguardo, esto hubiera sido del todo imposible)
Faro de la Punta San Antonio.
Aburrido y mirando la hora del reloj, decido regresar, mientras veo como se acerca el helicoptero de salvamenteo...¡Espero que no a por mi! Andan de prácticas, y se dedican a bajar y subir al personal de rescate mediante un cable.
Tras observar sus evoluciones durante un rato, vuelvo al puerto de Candás, donde para rematar el día, junto a unos pescadores que están en el muro, hay un coche de la G.C. Un agente al verme, me indica que me acerque, y me informa que la pesca en kayak es ilegal, puesto que no pertenece a la lista 6ª y 7ª. Ni vacio legal ni nada según su opinión...de todos modas ya me salía y afortunadamente la cosa no pasa de un aviso, pero esto ya te deja mal cuerpo.
realmente no es culpa del agente, sino de nuestras autoridades, las cuales a la hora de legislar son lentas y retrógradas. Muchos son los casos dentro del mundo del piragüismo , donde nos vamos a encontrar con problemas legales para ejercer nuestra actividad deportiva.
En aguas interiores, necesidad de unos permisos de navegación o declaraciones responsables que según la confederación de turno son recaudatorios, y además no está permitida la navegación en cualquier tramo de río o embalse...muchos son los muros burocráticos.
En el mar somos "artefactos flotantes" cosa que no pasa en otros paises europeos como Francia, y que tanto toman de ejemplo a seguir nuestros políticos...lo que conlleva determinadas restricciones, como por ejemplo no estar considerados embarcaciones a efectos de la práctica de la pesca...
Paleando junto a la Punta San Antonio.
Considero que la pesca en kayak es de las más deportivas que pueda existir, no ya solo por el esfuerzo físico necesario que se necesita para llegar a determinados puntos, o determinadas técnicas como el curri. Sino porque al pescar desde una embarcación pequeña e inestable como un kayak, que nos da poco afianzamiento a la hora de trabajar una pieza, estamos en mayor igualdad de condiciones con el pez y le damos más oportunidades al animal de ganar su lucha.
¿Quizás me equivoque?, pero sin demérito alguno para los que pescan desde tierra o desde una embarcación de la lista 6ª y 7ª, trabajar una gran pieza desde un kayak requiere un esfuerzo titánico, con el riesgo de irnos al agua.
Además no queremos que se nos de un trato de favor. Pagamos permisos tanto de tierra como de embarcación, porque deseamos ser legales, desamos cumplir con la ley en todo lo posible, pero si esta no nos ampara ¿Debemos dejar morir nuestra afición e ilusiones...?
En fin no sigo que me lio...( ¡Tendremos que ir con la bandera pirata y parche en el ojo! )
Tras el malestar del día anterior, durante cuya tarde la pase en casa destemplado y con molestias, comencé a replantearme si salir el domingo. Las previsiones empeoraban, con bajada fuerte de temperaturas. oleaje superior a los 4 metros y fuertes vientos. Todo apuntaba a quedarme en casa descansando, y eso hubiera sido lo lógico, pero aún así me resistía a volverme a Madrid sin haber disfrutado un día más de la soledad sobre mi kayak en el cantábrico.
Sobre las 6:30 de la mañana, me levanto, aunque llevaba varias horas inquieto y despierto. La cabeza parece haber dado un descanso, y la ilusión puede contra la razón. ¡ Qué narices voy a pescar !
Tras 20 minutos de coche, llego al Arbeyal...¡Un frio de narices! Me abrigo, y preparo el kayak y los aparejos. Esta vez mi idea es probar a fondo, para evitar palear demasiado y sobrecargar el cuello.
Arco Iris sobre el Musel.
A oscuras comienzo a palear, con una lluvia intermitente que me acompañará en toda la jornada mañanera.
Mientras llego a la zona elegida, largo unos raglous con un señuelo de profundidad...nada de nada, además en esta ocasión el Musel no me ofrece un amparo total a los elementos, y el fuerte viento levanta un oleaje incómodo al paleo. Pronto me encuentro frente a uno de los espigones donde decido probar a fondo, pero el viento no me concede la tregua que yo esperaba, y al no haber traído el ancla de capa ni el rezón, la tarea se me va a mostrar casi imposible.
Arco Iris de fondo.
De cebo utilizo langostino, pero este estaba demasiado blando y al ser un inexperto con mayusculas en esta modalidad, no lo llevaba licrado, por lo que me duraba sobre el anzuelo un suspiro...de vez en cuando notaba las pequeñas picadas de la morralla, pero nada, salvo alguna picada fuerte, que tras una corta pugna, dio como resultado unos anzuelos más limpios que cuando los saqué de la caja.
Puesto que mantener la posición era harto difícil, decido dejarlo, y probar a curri por la zona cercana al acuario. De camino, mi retina divisa tras de mi l nacimiento del Arco Iris sobre la zona portuaria del Musel, entre gruas y edificios y hierros, la belleza efímera se hace patente, primero timidamente, para posteriormente crear un puente de unión entre la tierra, el cielo y el mar.
Punta Santa Catalina y Cimadevilla (Gijón)
Solo esta visión hizo que me mereciera la pena el esfuerzo de madrugar, y pasar frio. Esto es lo bonito de la vida, que nunca sabemos que nos espera a la vuelta de la esquina, y en un instante, un día gris puede tornarse colorido y alegre.
Tras la captura de un sierra y la pérdida de otro, viendo que la mar no estaba tan mal como las previsiones habían pronosticado, me decido a recorrer los alrededores de Gijón caceando por si cae algo...
Desde el Musel, pongo rumbo hacia el este, dejando a mi paso en un primer lugar la península de Sta Catalina coronada por "Elogio del horizonte", sigo atravesando la playa de San Lorenzo, ya en su extremo me encuentro la punta Cervigón y la punta Rosario Acuña, la mar se levanta algo más, pero apenas me resulta molesto. Decido acercarme algo más por si obtengo alguna picada, pero nada de nada. Al menos el sol empieza a asomar timidamente entre las nubes dando una agradable luminosidad al entorno.
Cabo San Lorenzo.
Cabo San Lorenzo (Cara W)
Ya junto a la playa de Peñarrubia, las olas comienzan a tomar porte, y unos cuantos surfistas pueden aprovecharlas para realizar sus evoluciones sobre las mismas. Ya tengo el cabo San Lorenzo a tiro de piedra, y en este corto trayecto, tengo a una embarcación deportiva caceando paralelamente a mi...para evitar posibles lios entre las lineas, me arrimo aún más a la costa.
Tras sobrepasar el islote aislado del cabo, puedo contemplar varios kilómetros de costa y monte, una hermosa vista que me acompaña hasta la cercana playa de Serín, donde desde los acantilados de sus inmediaciones, algún pescador anda probando fortuna.
Me paro a contemplar el bello entorno, playas como Serín y Cagonera muy cercanas al gran nucleo urbano de Gijón, pero poco frecuentadas por la incomodidad de su acceso para algunos urbanitas demasiado acostumbrados a desplazarse a golpe de acelerador.
Ya va siendo tarde y decido volver, pero me doy cuenta que nuevamente tras una parada mi deep husky jerk se ha enrrocado, y para evitar perderlo, con cuidado paleo hasta estar sobre la vertical, y a base de tirones logro recuperarlo.
Nuevamente atravieso el cabo San Lorenzo, y ni una triste picada en todo el trayecto.
Islote Aislado del cabo San Lorenzo.
Cabo San Lorenzo (cara E)
Hacia el Cabo San Lorenzo desde Serín.
Playa de Serín.
Ahora comienza mi calvario...desde hace ya tiempo, tengo unas contracturas en el cuello tremendas que en ocasiones me producen unas migrañas enormes...¡Pues hoy tocaba! La cabeza apunto de estallarme, trato de regresar lo más directo al Arbeyal, pero aún tengo por delante casi 10 km, el viento comienza a soplar con fuerza, superando la fuerza 4. Para ganar velocidad recojo los aparejos, y voy a tiro fijo, pero el viento es muy fuerte...además no puedo emplearme a fondo, pues ello me ocasiona mayor tensión en el cuello.
De vez en cuando tengo que parar para tratar de aliviarme con automasajes, los cuales apenas si consiguen efecto alguno, y mientras no paleo, el viento me arrastra hacia atrás con fuerza, haciendo que tenga que duplicar mis esfuerzos. El dolor es ya tal, que me comienzan a dar nauseas, y aquí es donde tengo que sacra fuerzas para no vomitar.
Embarcación recreativa en el horizonte.
Ciertamente he podido comprobar los límites de mi cuerpo, una mar que en otras ocasiones me proporcionaba un divertimento constante, hoy me estaba torturando hasta el punto de que por mi cabeza pasaba la idea de no volver a coger el kayak al día siguiente.
Por fin llegue al coche, y tras penosamente cambiarme, puse la calefacción a tope, pero apenas notaba el efecto del calor, estaba con una hipotermia tremenda, y todo producido por una simple contractura en el cuello, que literalmente me había dejado K.O.
La jornada comenzó con una buena captura de un sierra, prosiguió con un bonito paseo, y acabó con un malcuerpo tremendo.
Gijón y la península de Sta Catalina.
La moraleja de todo esto es: aprende a escuchar a tu cuerpo y...¡¡ Hazle caso!! Árboles más altos han caido.